Un lugar para la siesta en la oficina


Día a día el bienestar de los empleados se hace más una prioridad en las empresas


Un lugar para la siesta en la oficina


Tomar una siesta en el lugar de trabajo ha sido considerado siempre tabú por las pequeñas y grandes compañías, ¿por qué tanto alboroto? Pues lo más seguro es que se deba a que dormir en horas de trabajo, desde los principios de los tiempos, ha sido considerado un ejemplo de pereza y baja productividad. Dos cosas que ningún jefe querría tener en su negocio.  


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La verdad es que tampoco se trata de tomar el lugar de trabajo como un spa, donde vamos a relajarnos después de una mala noche; pero sí es cierto que hoy en día la jornada de trabajo es más exigente y absorbente, por lo que un lugar para descansar la vista unos 10 minutos no vendría mal a la salud de nuestros queridos empleados.


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Múltiples estudios neurocientíficos han demostrado que muchas de las fallas de productividad que se dan en estos tiempos donde la gente vive un estilo de vida frenético que la hace estar constantemente estresada, no basta con simplemente sentarlas frente a un escritorio de 8 a 12 horas diarias diciéndoles que la vida laboral y personal no se mezclan.


Encontrar un equilibrio entre salud mental y eficiencia laboral es ahora una realidad ineludible.


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Mientras que, en un mundo ideal, todas las empresas contarían con salas especiales para la siesta, la verdad es que no es tan fácil como solo encontrar las camas perfectas. Para los dueños y gerentes, crear zonas de descanso de este tipo es más un reto que un beneficio, ya sea por la inversión en mobiliario como por el establecimiento de horarios de sueño para cada empleado. No, no todo es tan fácil como parece.


Ciertamente, nadie se tomaría a mal ver salas de siesta en todas las empresas. Pero, si ya es difícil conseguir armonía en los comedores, ni hablar de zonas para dormir.


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Sea como sea, ya es una realidad innegable que las siestas hacen que los trabajadores estén menos frustrados e irritables. Si Albert Einstein encontró un balance entre el estudio y la hora de la siesta, no hay duda de que todos podremos hacerlo.

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