Smartphones en la oficina, ¿ventaja o desventaja?

Para muchos es imposible no tener el celular a mano 24/7 pero esto puede transformarse en un arma de doble filo.

No hay dudas de que en los días que vivimos, donde lo más importante es estar a la orden del día, es imposible para alguien despegarse demasiado tiempo de su teléfono celular, incluso las personas con los cargos más altos se ven casi esposados a sus teléfonos en vista de las muchas responsabilidades de las que tienen que ocuparse.

Así es como vemos que la anterior mentalidad de prohibir el uso de celulares en los lugares de trabajo se ha dejado a un lado por lo útiles que han resultado los llamados teléfonos inteligentes en la actualidad.

Mediante los smartphones se pueden organizar eventos y reuniones, crear horarios, agilizar procesos, acceder a información y documentos con muchísima más facilidad y rapidez de lo que era hace un par de años. Son toda una ventaja, especialmente si se cuenta con una buena conexión a Internet y una cuenta Gmail, Apple o Microsoft para tener todo lo que necesitamos en el día al alcance de la mano y un par de toques a nuestras pantallas táctiles.

Pero todo tiene su otro lado… y por el lado contrario, los smartphones también pueden ser el enemigo número 1 de la productividad. Las redes sociales y los juegos son el verdadero némesis de todo empleado de una oficina con conexión a Wi-Fi.

Entonces, ¿qué se debería hacer? ¿Es la prohibición la solución? Ciertamente no. Las generaciones actuales difícilmente aceptaran dócilmente apagar sus teléfonos durante más de 2 horas seguidas. Los expertos han considerado métodos más “fraternales”.

Por ejemplo, se recomienda que lo más saludable en el caso de las personas que no puedan controlar sus impulsos a la hora de ponerle las manos a su teléfono inteligente, es que comiencen a aplicar las opciones de modo vuelo o modo silencioso a sus equipos al momento de atender sus responsabilidades laborales, para de esta forma evitar pasar más tiempo perdido en las incontables notificaciones que con las manos en donde realmente deberían estar.