Interiores y comportamientos:

El co-working se verá sometido a un cambio ineludible.

Nadie veía venir lo que le esperaba en el 2020, una transformación social que ninguna generación ni cultura imaginó que tendría que experimentar, especialmente en una era tan liberal como la actual donde, casi literalmente, la gente es libre de vivir como quiera (siempre y cuando respeten las reglas sociales).

Nunca una sociedad había cambiado tan rápidamente sus costumbres como lo que tocó durante este año con la llegada del Covid-19. En el caso de la comunidad occidental, donde la gente estaba más acostumbrada al saludo directo y físico, adaptarse a mantener la distancia ha sido un proceso al que algunos adultos mayores todavía intentan acostumbrarse.

Y así como las personas han tenido que adaptarse al cambio de conducta, los espacios de trabajo también tendrán que adaptarse para el inminente regreso a las oficinas.

Son muchos los que continuarán con el Home Office, pero es inevitable que la gran mayoría regrese a sus puestos de trabajo, y para esto, los dueños y jefes tendrán que tener sus espacios preparados. ¿Volverá la separación por cubículos después de estar viviendo en el boom del co-working? No es tan simple como eso. Pero indudablemente, el uso de divisorias y espacios que mantengan el distanciamiento entre los empleados será inevitable que vuelvan a empresas que quieran beneficiar la salud de sus miembros.

Así mismo, muy probablemente los lavatorios tendrán que disponer de dispensadores no solo de jabón, sino también de anti-bacterial, y el cuidado con la ropa y los zapatos será otra cosa a la que tener muy en cuenta durante la convivencia en las oficinas.

El tiempo será el que nos dirá cómo será el regreso a las interacciones diarias, algunos piensan que seremos una sociedad orientalizada, pero todo esto lo veremos en un par de meses cuando se retomen las actividades del día a día antes de la pandemia.