Tendencia en la pantalla grande
Cómo eliminar a su jefe: empoderamiento femenino.
Las comedias del pasado y del presente muchas veces son más que películas simples con las que pasar un buen rato. En guiones como el de ‘Cómo eliminar a su jefe’ (todo un clásico de la comedia americana de 1980) las risas eran solo el trasfondo a una visión de oficina del futuro que, aunque en los 80’s era solo un sueño, en la actualidad casi todas las posibilidades que se presentaron en el filme, son una realidad.
En esta sección solemos hacer énfasis en la escenografía y la decoración de interiores presentes en algunas de las películas más notables de la historia, pero en está ocasión el foco recaerá en cómo muchas veces lo que empieza como una proyección utópica en las políticas y filosofías de trabajo puede, eventualmente, hacerse una realidad.
Del director Collin Higgins, ‘Cómo eliminar a su jefe’, presenta la situación de trabajo de tres encantadoras mujeres oficinistas (interpretadas magistralmente por las inolvidables: Jane Fonda, Lily Tomlin y Dolly Parton) quienes fantasean continuamente con la muerte de su tirano jefe, un hombre desagradable, sexista, opresor y egoísta, quien ve a sus empleados como herramientas a las que explotar sin ofrecerles nada que compense su labor y dedicación más allá del sueldo establecido, peor aún si estos empleados pertenecen al género femenino.
En vista de la situación, no es de extrañar que el mayor deseo de estas mujeres fuese ver llegar el fin de los días de vida de su empleador, y de cierta forma, este deseo se hace realidad y, por consiguiente, los días en la oficina se transforman de pesadilla a un lugar con verdadera calidad de vida y ética de trabajo.
Las tres mujeres, tomando ventaja de la ausencia del tirano, instalan una guardería para los hijos de los empleados, fomentan el trabajo compartido, crean horarios flexibles y establecen salarios igualitarios; siendo que todo esto eran sueños por los que las mujeres de la década de los ochenta solamente podían suspirar y anhelar, pero por increíble que parezca, estas ideas presentadas en una comedia de hace 40 años, son hoy en día una realidad.
Voltear a ver el pasado es una forma de recordar cómo llegamos a estar en el terreno que pisamos hoy en día y a sentirnos más satisfechos y orgullosos de lo que como género humano hemos logrado. También nos ayuda a recordar que algunos sueños, visualizados con objetividad y cimentados en la unidad, pueden hacerse una realidad si se hacen pensando y actuando por el bien común.
