¿Pasión por el trabajo o esclavitud pasiva?

Las grandes multinacionales son reacias a dejar de lado jornadas laborales extenuantes.

Para algunos puede sonar insólito, pero para otros es solo parte de su día a día: trabajar hasta 12 horas, 6 días a la semana, con muy pocos momentos de descanso.

Un caso particular es el de los ciudadanos chinos, que no encuentran ninguna sorpresa en que sus jornadas laborales se extiendan más de lo que un occidental podría imaginarse (o incluso soportar). Una jornada de trabajo de 9 a.m. hasta las 9 p.m. puede sonar absurdo para muchos, para los empleados de empresas como Alibaba o Huawei es lo "común".

Los dueños de multinacionales de este calibre tienen una visión propia muy estricta sobre el horario laboral, llegando a afirmar que empleados que no estén dispuestos a cumplirlas no son productivos y no se esfuerzan realmente por alcanzar un alto nivel de productividad en sus vidas, ni por el progreso de la nación. 

No hay dudas de que esto dista mucho de lo que los adecuados parámetros de salud física y mental dictan para el bienestar de los empleados. Un trabajador que se ve forzado a laborar durante 12 horas seguidas, está sin lugar a dudas bajo una forma de “esclavitud moderna" según los estándares de la actualidad.

A pesar de que la "era de las máquinas" causó un fuerte impacto en los sistemas de trabajo del mundo entero, aún hoy en el siglo XXI los empleados se ven sometidos a maltratos, así como a horarios de trabajo demasiado extensos que nadie debería ser obligado a cumplir, siendo que vivimos una época donde la esclavitud fue abolida y nadie debería ser forzado a realizar actividades inhumanas en un mundo más que humanizado.

Si bien existen personas como los “workaholics” (personas obsesionadas con el trabajo) que gustan de este estilo de vida, esto es una decisión propia que cada uno debería asumir y no que el jefe de momento obligué a otros a asumir a cambio de una remuneración que no esta para nada justificada.