La que es una de las firmas de auditoría financiera más grandes del mundo, PricewaterhouseCoopers, acaba de establecer su sede regional en el renovado Grand Hotel-Dieu de Lyon. Un proyecto de transformación integral, que la firma ha aprovechado para acometer un profundo cambio en su filosofía de trabajo. Fiel a los principios de desarrollo implementados en la sede de Neuilly-sur-Seine, en París, pionera del proyecto “Work Place of the Future", las nuevas oficinas ofrecen una experiencia única a empleados y clientes.
Tras cuatro años de obras, el edificio que originalmente albergó un hospicio, un hospital y una maternidad, es ahora el Grand Hotel-Dieu de Lyon. Un lugar con un gran potencial, lleno de historia y vida, por el que desde PwC afirman haberse sentido seducidos desde un primer momento, como el perfecto telón de fondo donde proyectar las nuevas formas de trabajo que la firma quiere implementar. Todo ello, en pleno centro de una zona que, entre las aguas del río Ródano y el bullicio de la plaza Bellecour, forma parte del patrimonio mundial de la humanidad de la UNESCO.
Con 2.700 m2 distribuidos en tres plantas completamente distintas, las oficinas realzan la arquitectura original, en un espacio que da prioridad a la colaboración. El estudio Majorelle, especializado en diseño de interiores como vector de transformación de la empresa, ha sido el encargado de materializar una nueva forma de trabajo que favorece el intercambio y la creatividad.
El deseo de trabajar con una empresa flexible e involucrada en la sostenibilidad, que pudiera cumplir con los requisitos de las nuevas oficinas, llevó a PwC a apostar por Actiu, que, junto a su socio local en Francia, Arcenik, ha participado en el diseño del espacio con los programas de mesas Twist y Vital Plus y sus armarios modulares.
Al acometer la intervención, el equipo de Majorelle se encontró con una situación a priori contradictoria: debían proyectar una organización espacial contemporánea en una construcción del siglo XII. Con el objetivo de transformar las limitaciones arquitectónicas de un edificio histórico en una oportunidad para fomentar la creatividad, todos los espacios fueron diseñados desde un cuidado equilibrio entre tradición y modernidad.
El concepto de oficina flexible, sin puestos de trabajo asignados para la mayoría de los empleados, convive con salas más íntimas y aisladas, y zonas de reunión para intercambios informales, ofreciendo una experiencia de 5 estrellas, tanto a clientes como a empleados. En distintos acabados, los armarios modulares funcionan tanto, como elementos de almacenaje, como separadores de ambientes.
Una distribución abierta, que facilita la comunicación y el intercambio de ideas, caracteriza la planta 2ª, dedicada íntegramente a los espacios de trabajo. En ellos se ha utilizado el programa modular diseñado por Enrico Frigerio, de Frigerio Design Group, Twist. Disponible en varias versiones, éste aporta la flexibilidad que demandan las nuevas formas de trabajo colaborativas de PwC.
En la 3ª planta se recibe a los clientes, los cuales, además de la recepción, tienen a su disposición un salón y una galería donde esperar. Las salas de reunión se han equipado con el elegante y minimalista programa de mesas Vital Plus. Una solución flexible, con la que se logra dar respuesta a muy distintas situaciones.
Un entorno de trabajo diáfano, que incluye salas cerradas para los que requieren de una mayor privacidad, una luminosa cafetería y un salón en tonos verdes que fomenta la relajación y el descanso, ocupan la planta 5ª o bajo cubierta. Con una altura libre de 6,5 metros, alberga también un espacio para eventos y recepciones de clientes, conferencias y desayunos. Fuera y completamente teñida de blanco, la terraza abre impresionantes vistas sobre el río Ródano.
Con “Work Place of the Future", PwC no propone un simple cambio de imagen, sino una verdadera revolución en la forma de trabajar. De hecho, y tras esta primera etapa nacional, el proyecto continúa su expansión hacia el África francófona y tiene planeado rediseñar este 2019 las oficinas de las ciudades francesas de Burdeos, Rennes, Marsella y Estrasburgo. Espacios flexibles, llenos de luz y color, que, a años luz de la imagen tradicionalmente asociada a la consultoría, transmiten los nuevos valores de la empresa: “act with integrity”, “make a difference”, “care”, “work together” and “re-imagine the possible”.
